La Aduana de Cienfuegos es, sin duda, uno de los edificios más representativos de esta monumental ciudad de Cuba. Situada en contiguëdad con el Muelle Real, y rodeada de esbeltas palmeras, dibuja un escenario de lo más pintoresco.
Tesoro arquitectónico que data de mediados del siglo XIX y que, desde su construcción, funcionó como aduana, lo que le otorga más autenticidad. El puerto de Cienfuegos era de gran importancia en la época colonial debido en parte a la exportación de tabaco o carne. Es por ello que la aduana fue punto clave para luchar contra el contrabando. Actualmente su cometido principal es de órgano de control fronterizo y comercial con el exterior.
Es una magnífica obra de corte neoclásico cienfueguero de dos niveles. Destacan las arcadas y pilares de grandes dimensiones que conforman la zona central de la fachada inferior. Simetría, proporcionalidad y elegancia son los tres adjetivos que mejor definen la estructura. Su intenso color azul hace que se mimetice con el cielo y conjunte con el mar que le vigila en el frente. Así mismo, como en otras edificaciones del área, el trabajo de conservación ha sido impecable y se ha cuidado cada detalle.
Más información:
Ubicación:
Avenida 48, Cienfuegos, Cuba
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