Bayamo es la pequeña capital de Granma, Cuba, una agradable ciudad que conserva prácticamente intactas las tradiciones del pueblo cubano, aunque no su rica arquitectura colonial, que pereció en el incendio que le dio fama.
Fundada por colonos españoles en 1513, es una de las ciudades más antiguas de Cuba.
Tras una pequeña oposición por parte de los taínos, que sucumbieron a enfermedades hasta el momento desconocidas en la isla que llegaron de la mano de sus conquistadores, Bayamo se convirtió en símbolo de esplendor colonial en el siglo XVI.
Además de las ganancias producidas por el cultivo de caña de azúcar, el comercio con los piratas aumentó aún más si cabe las riquezas de la ciudad dando como resultado el acceso de los hijos de los bayamenses a la educación más exquisita.
De Bayamo han salido excelentes jugadores de ajedrez, entre ellos Carlos Manuel de Céspedes, abogado que se convirtió en héroe al comandar en 1868 un ejército para liberar a la ciudad de la opresión española.
Su intento no tuvo éxito, y, para evitar sufrir de nuevo la ocupación, Bayamo se inmoló prendiéndose fuego y haciendo desaparecer prácticamente cualquier resto de presencia española en la ciudad.
Aunque apenas se conserva nada de las antiguas mansiones coloniales, el fuego no acabó con su arraigada idiosincrasia cubana, de la que podrás ser testigo si recorres un sábado por la noche las calles de la ciudad, donde se celebra cada fin de semana la Fiesta de la Cubanía.
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