La Necrópolis de Cristóbal Colón, declarado Monumento Nacional, y considerado como uno de los cementerios arquitectónicos monumentales más importantes del mundo.
Este cementerio de 56 Ha. es famoso por su impresionante iconografía religiosa y sus elaboradas esculturas de mármol. Aquí podrás ver una gran cantidad de monumentos de diferentes estilos y manifestaciones pertenecientes tanto a escultores cubanos como extranjeros.
Lejos de ser inquietante, realizar un recorrido por este cementerio puede ser un paseo educativo y emocionante por la historia cubana.
Nada más traspasar la entrada norte, de estilo neorrománico (1870), si giras a la derecha encontrarás la tumba del héroe independentista Máximo Gómez, merece la pena fijarse en el rostro de bronce del medallón circular.
Un poco más adelante se encuentra el Monumento a los Bomberos, que data de 1890, y la capilla central, de estilo neorrománica, que data de 1886.
En el corazón del cementerio, en la calle 1 esquina con F, se halla la capilla más afamada y visitada del cementerio, la Capilla de Amelia Goyre de la Hoz, conocida popularmente como La Milagrosa.
Según cuenta la leyenda, esta mujer murió al dar a luz, y su desconsolado esposo visitaba la tumba varias veces al día, antes de entrar siempre llamaba con una de las argollas que hay en el panteón, y al irse caminaba hacia atrás para verla el mayor tiempo posible. Años más tarde exhumaron los restos, y el de Amelia estaba intacto, lo cual es un signo de santidad según la fé católica, y el bebé, que fue enterrado a los pies de la madre, apareció entre sus brazos. A raíz de ello La Milagrosa pasó a ser un lugar de culto espiritual, y miles de peregrinos visitan su tumba cada año con la esperanza de cumplir sus sueños. Tal y como manda la tradición, sus visitantes llaman al panteón utilizando la argolla antes de entrar, y cuando se marchan lo hacen caminando hacia atrás.
Otra de las tumbas más conocidas es la de Eduardo Chibás, líder del Partido Ortodoxo. Esta tumba se encuentra ubicada en la calle 8. Chibás era un incansable luchador contra la corrupción política que se suicidó como protesta durante un programa radiofónico en 1951. Durante su entierro, el por aquel entonces joven, Fidel Castro saltó sobre su tumba y pronunció un discurso denunciando el poder establecido.
Otras de las tumbas destacadas que se encuentran aquí son las del novelista Alejo Carpentier, el científico Carlos Finlay, las de los mártires del Granma, y las de los veteranos de las guerras de independencia.
A la entrada, por 5 CUC, podrás adquirir una guía con un plano bien detallado de los lugares más interesantes de esta necrópolis.
Más información:
Ubicación:
Necrópolis de Cristóbal Colón, La Habana - Cuba.
Precio de la entrada:
5 CUC.
Horario de apertura:
De 8:00 a 17:00.
Mapa Interactivo:
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